Preparar valijas (o
maletas, según desde donde me estés leyendo) puede ser un incordio o una
actividad más, como tantas otras. Debo confesar que me gusta armar las valijas
y lo hago con gusto antes de cada viaje. Mi esposo se ríe de mi porque las
tengo listas hasta un par de días antes de salir para el aeropuerto, pero me
resulta tan fácil hacerlo que prefiero tenerlas alistadas y dedicar hasta el
último minuto previo al viaje a otras cosas que siempre surgen cuando te vas de
casa.
Soy lo que se dice
una "viajera frecuente" y es casi siempre por trabajo, de modo que
estos menesteres son un item más en la lista, como preparar una presentación o
enviar un informe. Y para ahorrar tiempo y hacerlo de manera eficiente, tengo estandarizadas
las cosas que deben ir en la valija y el modo en que las preparo. Resulta de
gran ayuda para no olvidarse de nada, desarmarlas fácilmente al llegar a
destino y desarmarlas al regreso. Te cuento mi sistema:
Listas
Tengo armadas listas
(que son eternas) en Google Keep. Puede ser que las armes en otra aplicación o
en papel; a mí me funciona hacerlo de manera digital porque las llevo en el
teléfono, las chequeo en la compu, las reviso en la tablet. Las hice una vez y
me sirven siempre. Tengo una lista que se llama "Tecnología", otra
que se llama "Calzado y vestimenta" y otra denominada
"Perfumería y accesorios". Cada lista tiene anotados los elementos
genéricos que son necesarios en todo viaje y los chequeo mientras voy armando
la maleta. Por ejemplo, en tecnología figuran obviamente la computadora o
tablet, pero también cables, adaptadores de energía, pen-drive, auriculares,
cargadores, etc. Antes de esta organización, muchas veces llegaba a un país sin
adaptadores de energía o me olvidaba algún cable y eso es fatal.
El tema de
vestimenta suele ser engañador: terminamos llevando cantidades de cosas que no
usamos y siempre falta algo que dejamos en casa. Sabiendo que esto sucede, una
vez, estando en Centroamérica, escribí una nota en mi diario: "recordar
que X, y y Z nunca son necesarios porque no los uso y asegurarme de traer W
porque nunca recuerdo empacarlo." De ahí en adelante, nunca cargo lo que
no visto ni olvido lo útil.
Bolsas herméticas
Me volví una
fundamentalista de las bolsas herméticas que se adquieren en la perfumería o
supermercado. Vienen en todos los tamaños y son de extrema utilidad. Te cuento
cómo las utilizo:
Doblo cuidadosamente
las blusas, camisas y remeras y las guardo en una bolsa del tamaño adecuado,
todas juntas. Tengo cuidado de quitar todo el aire y cerrarlas bien: ocupan
menos lugar en la maleta, llegan a destino sin arrugas y lo único que hay que
hacer al llegar al hotel es tomar la bolsita y ponerla en un estante o cajón.
Hago lo mismo con el resto de la ropa, de modo que cuando llego a los hoteles
solo me toca poner en su lugar tres o cuatro bolsas con la ropa, planchada y
ordenada. Lo mismo con la bijouterie, perfumería y ropa interior.
Perchas
Pantalones,
trajecitos y blazers van en perchas cubiertos con bolsas de plástico. Una vez
cubiertos, doblo la prenda con la percha y entra perfectamente en la valija.
Cuando llego a destino, tomo las perchas y las cuelgo: ya viene todo ordenado
desde casa.
Items que se repiten en cada viaje
Cuando viajas
seguido, resulta útil tener cosas destinadas "al viaje". Tengo un
portacosméticos con cosas que solo uso cuando no estoy en casa y nada sale de
allí: siempre está listo para ser empacado. Allí incluyo pinzas de cejas, limas
de uñas, cepillo de dientes y dentífrico, por ejemplo. Lo mismo con
determinadas prendas y accesorios.
Ropa que no se arruga
Me acostumbré a
comprar ropa que no se arruga para estos fines. A veces llegas al hotel y
enseguida hay una actividad, de modo que no hay tiempo para planchar. Super
útil en estos casos poder ponerse ropa que está "siempre lista".
Y vos ¿cómo armás
tus valijas?