Lunes 10 de marzo de 2014

Es la 1:25 am de lunes 10 de marzo de 2014 y en pocas horas partimos hacia Guatemala. Ayer, domingo, fue la segunda vuelta electoral en el Salvador y por esas cosas de la política latinoamericana, aún no se sabe quien es el presidente porque la cantidad de votos para cada partido es casi la misma.
Llegamos a El Salvador el jueves a las dos y media de la tarde en un vuelo de Avianca. Es esa combinación de vuelos saliendo desde Buenos Aires a las seis de la mañana con escala en Lima. Para salir a las seis, las aerolíneas te piden que estés en el aeropuerto a las tres, de modo que es noche de no dormir… y cuando se llega a destino tampoco se duerme porque hay cosas que hacer.
Pero esta vez fue diferente. Llegamos a San Salvador en horario pero el trámite en Migraciones duró una eternidad y salimos de allí a eso de las tres y media de la tarde. Nos estaban esperando en el aeropuerto los compañeros de la organización local con la que trabajamos, CECADE, de modo que llegar al hotel fue sencillo. El hotel era el mismo en que estuvimos para la primera vuelta electoral en febrero, el Hotel Miramonte.
Llegamos con apetito, de modo que dejamos las maletas y partimos rápidamente hacia el Metromall, que queda a tres cuadras del hotel para buscar donde hacer nuestro almuerzo tardío. Dudamos un poco entre cadenas desconocidas en Argentina o la fast-food global…  debo reconocer que esta vez nos decidimos por el viejo y conocido Burger King, aunque el cierre delicioso lo tuvimos The coffee cup: tomé un exquisito café con coco y un muffin de banana.
Y ahora viene lo extraordinario tratándose de mi: al regresar al hotel me acosté un ratito, con la idea de descansar no más de media hora, porque si hay algo difícil para mí es dormirme. Eran las siete de la tarde. No desperté hasta 12 horas después.
La mañana me encontró ya fresca y despejada, después de la maratón de sueño que había tenido, pero sumamente hambrienta, puesto que no había cenado. Como no me gusta el desayuno del hotel crucé hasta el Metromall y busqué un sitio donde desayunar: esta vez fue Mr. Donut donde se me unió un rato más tarde mi amigo Pablo tan pronto llegó desde el aeropuerto proveniente de Costa Rica.
Por la mañana trabajamos con nuestro compañeros y luego tuvimos una serie de reuniones por la tarde. Una de ellas nos llevó hasta el Hotel Crowne Plaza. Por la noche cenamos en un local de la cadena de comida mexicana Los Cebollines, donde los mariachis presentaron su show con el volumen del sonido tan alto que no nos permitieron mantener la conversación.
El desayuno del sábado lo tuvimos en La San Martín del Metromall: su oferta es tan extensa y deliciosa que cuesta decidirse por un plato.
Nuestro almuerzo de trabajo fue en The House of Coffee en el complejo Plaza Futura. La tarde transcurrió entre reuniones, escapadas al Metromall y más reuniones. Nuevamente cenamos en Los Cebollines mientras manteníamos la última reunión del día.
El domingo comenzó muy temprano: a las cinco de la mañana nos levantamos para estar temprano en CECADE y trabajar en la comunicación de la Observación Electoral en la Sala de Prensa 2.0 que constituimos cuando llegamos a cada país.

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