Las mujeres también viajamos


Viajo bastante por razones profesionales. Y quienes viajan por estas razones saben que los aeropuertos se convierten en una gran sala de estar a la que nos habituamos, en malls internacionales, en un vecindario donde solemos hacer compras en cada escala porque son cosas que no se consiguen en nuestros países o sencillamente nos gustan más.

Y los hoteles son una especie de segundo hogar. Solemos retornar a aquellos donde nos sentimos más cómodos y el personal ya nos recibe como antiguos amigos. Pero...

Quiero dejar esto en claro: tengo la suerte de alojarme en buenos hoteles porque las organizaciones con las que trabajo reservan las habitaciones en esos lugares. Pero no importa cuán bueno sea el hotel, en buena parte de ellos no piensan en las mujeres.

Así, tal como lo digo.

Cuando entrás en el cuarto de baño, vas a encontrar una serie de elementos para la higiene y el confort personal; conforme sea la categoría del hotel será la cantidad y calidad de elementos que encuentres. Desde peines, shampoo y acondicionador para el cabello hasta costureros minúsculos, gorras de baño, máquinas de afeitar descartables, cepillos de dientes y dentífrico. Puedes encontrar calzadores de zapatos y esponjas para lustrar los zapatos, pero no encontrarás limas de uñas ni toallitas femeninas o tampones.

Y cuando baja la categoría de hotel y hay que restringir los elementos, comienzan por eliminar la gorra de baño pero las maquinitas de afeitar quedan. 

En todos los buenos hoteles hay secadores de cabello pero no planchitas para alisarlo.

Sugiero que haya paquetes personalizados de estos productos en los cuartos de baño. Cuando se hace la reserva con antelación, en los hoteles ya saben que se alojará un hombre o una mujer. Y si nos registramos en el momento de llegar, pueden cambiar el kit sin inconvenientes.

No pido demasiado: el kit femenino puede tener shampoo y acondicionador, lima de uñas (en lugar de calzador), gorra de baño, crema para manos y cuerpo, algodón (en lugar de la esponja para los zapatos) y un set de toallitas femeninas o tampones. Por supuesto, me encantaría que dejen el calzador y la esponja, pero les doy opciones por si no quieren encarecer tanto los costos.

La imagen que acompaña este post es del Hotel Vista Real, en la Ciudad de Guatemala. Realmente, es un lugar de ensueño, rodeado de jardines, estatuas, fuentes y mil un detalles para el confort. En otra entrada me referiré a este lugar, donde por cierto, las mujeres tenemos todas las comodidades que buscamos en un hotel..

Nota a tener en cuenta: sería fantástico que todos los hoteles tengan en sus cuartos de baño espejo de aumento (por suerte, cada vez más hoteles los tienen.

Desde ya, las viajeras damos las gracias por anticipado.

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